Licenciado en Estudios Orientales. Posgrado en Negocios y Comercio de Asia Pacífico e India. Política Internacional; extremismo religioso.

 

Alrededor de las 17 horas del día de ayer mientras celebrábamos el pase a octavos de final del Mundial empezó a circular un video: Diego Armando Maradona no podía caminar por sus propios medios y era atendido por personal del estadio. Cerca de 2 horas después llovían rumores por redes sociales y servicios de mensajería. Algunos ya lo habían enterrado otros que no había sido nada; cada persona que recibía el video sacaba una conclusión. La confusión se difumó cuando Maradona usó las mismas redes para aclarar su situación y emitir un comunicado. La pregunta que surge es: ¿Por qué sale la información falsa?

La posverdad o mentira emotiva es cuando se crea o distorsiona la realidad buscando cambiar la opinión pública apelando a valores de la sociedad. Nuestras creencias y emociones tienen inherentemente un rasgo irracional que permite no analizar fácticamente la nueva información que recibimos. Creemos lo que queremos creer, tan sencillo como eso.

El caso Maradona no es el primero ni el último donde se fabrican circunstancias más graves con respecto a la salud de un famoso: ¿Es la búsqueda de la primicia o la necesidad de generar una reacción en el otro?.

Pensemos en acciones mucho más masivas y con impacto más político: las fake news (noticias falsas) más comúnmente llamadas carpetazos. Para entenderlos de forma lógica usaremos dos ejemplos externos a nuestra política: Brexit y los mails de Hillary Clinton durante las elecciones de Estados Unidos.

Brexit, como mencionamos en otro artículo, es un fenómeno de separación entre Reino Unido y Europa. La visión separatista siempre existió, pero en el referendúm de 2015 cantidades masivas de noticias falsas inclinaron la balanza. Los grupos de la tercera edad tuvieron un voto determinante en abadonar la UE. Se les dijo que Inglaterra financiaba en gran medida a la UE enviando hasta 50 millones de libras diarias, número que nadie sabe de donde salió. Se les prometió una restricción a la inmigración; cuando dicha ley depende del Estado nacional y no de la UE. Hoy, más de un 25% de los votantes a favor consideran que fueron engañados. En más de una entrevista los impulsores reafirmaron no saber el verdadero impacto de Brexit por falta de tiempo en los estudios requeridos. Si votamos sobre lo que no sabemos, con información que no tenemos o es poco fiable muy bien no nos puede ir.

Cruzamos el charco y nos vamos a Estados Unidos. Donald Trump es un experto de las fake news ya sea por su propio aparato de propaganda que las genera o descartar a los medios convencionales americanos por propiciarlas. Durante la campaña que lo llevó a presidente uno de los puntos calientes fueron los correos de su rival: Hillary Clinton. Según Trump y su equipo Hillary manejaba un estado paralelo y operaba de forma deshonesta. Según Hillary y los medios que la apoyaban, era una falla humana por falta de contacto con la tecnología (el argumento de la abuela). De los correos medios como Infowars (auto definido como un medio no convencional, derivado de un programa de radio por Alex Jones, partidario de Trump) sacan un «Estado Fantasma» controlado por los Clinton, hablan de asesinatos; una película de espías. Lo cierto es que hasta el FBI se vió viciado por las fake news y aún no hay resultados oficiales.

Para muchos la posverdad es simplemente mentir por mentir, pero para otros encierra aún más. La información falsa puede ser utilizada para inclinar la balanza hacia una opinión pero no siempre pasa. En la era de la posverdad la información se manipula de forma medida para ponernos en contacto con nuestra parte más irracional o recaer en nuestros valores más primitivos. Busca hacer contacto con el núcleo de nuestras ideas: en los conservadores europeos les toca la inmigración y lo lleva al terrorismo. En los casos americanos (la declaración de guerra a Afganistán e Irak posterior al 11 de Septiembre) fue para ofrecer calma y mostrar un estado que no perdia el control. Pensemos en la mitad de las noticias que salen sobre política en Argentina a nivel nacional: ¿Cuántas denuncias prueban ser ciertas? y lo peor ¿Cuántas veces emitimos juicio sin ver las pruebas?.

La falta de información y el «hablemos sin saber» afecta al ciudadano común y el político: aquí les dejo un video de un Senador americano mostrando que como nieva afuera el calentamiento global no existe.

Aquí ya no hablamos solamente de política, sino de cualquier emisión de juicio en la vida. La información inmediata y constante muchas veces nos lleva a operar bajo presunciones sin verfiicar debidamente o atribuyéndole más valor a la fuente del que realmente posee. Es inconsciente y si hacemos el proceso de análisis veremos que muchas veces repetimos lo que recibimos sin ningún tipo de corroboración; lo que crea veraderas mareas de información falsa; no ganamos ni perdemos nada, simplemente nos lleva la corriente.

 

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