Técnico superior en Comunicación Social. Fanático del Periodismo Deportivo. Me gustan los deportes y la actualidad informativa.

 

Un deportista siempre tiene sueños, metas que alcanzar, pero para lograr esos objetivos hay que trabajar duro, entrenar más de la cuenta y, por sobre todo, ser constante. Ignacio Gómez, el jugador de básquetbol que aprendió estos principios con tan solo 17 años. Él se animó a creer en grande cuando su sueño era solamente una pequeña semilla, ahora está cosechando los logros que le dieron el esfuerzo y la pasión por el deporte que tanto ama, el Básquet.

   Ignacio comenzó a jugar baloncesto a los nueve años en Club de Amigos, gracias al incentivo de sus padres y, también, a Guillermo Navarro, Vicepresidente de Instituto Municipal de Deportes, quien siempre lo invitó a participar en la categoría de menores cuando era entrenador.

Pregunta: ¿Desde cuándo jugás al básquetbol?

Respuesta: “Empecé a jugar este deporte a los nueve años, en el 2010, cuando recién estaba comenzando Club de Amigos en el barrio “640” viviendas.

Pregunta: ¿Por qué jugás a este deporte?

Respuesta: “Comencé a jugar al básquet gracias a la invitación de Guillermo Navarro, que en ese tiempo era el entrenador de la “escuelita” de Club de Amigos. Él siempre me invitaba a los entrenamientos después del colegio, y yo tenía curiosidad porque nunca toqué una pelota de básquet en ese tiempo. Además, gracias a la motivación y apoyo de mis padres para que haga un deporte, fui y entrené y de apoco me terminó gustando el básquet”.

   En sus comienzos en el básquet con Club de Amigos, Ignacio aprendió sobre tácticas, juego y, por sobre todo, compañerismo y amistad. Gómez entendió que en este deporte no se puede jugar sólo sino que siempre se debe jugar con el equipo.

Pregunta: ¿Cómo fueron tus comienzos en el básquet?

Respuesta: “En la escuela del Club de Amigos éramos unos 20 chicos que íbamos a divertirnos y a jugar, pero todo comenzó a cambiar cuando comenzamos a jugar en un nivel competitivo. Al enfrentarnos con otros equipos notamos el cambio de exigencia en los partidos porque se corría y se manejaba la pelota de otra manera. Gracias a nuestro entrenador fuimos aprendiendo cómo se debía jugar este deporte, empezamos a formar un equipo de compañeros y amigos”.

   Gómez se formó como jugador en Club de amigos, donde aprendió los valores deportivos. Era la primera vez que participaba con la institución en un torneo regional en Río Gallegos en 2013, y en 2014 salió campeón con su equipo en un cuadrangular en Punta Arenas, en el que venció a Independiente de Río Gallegos, Universitario de Río Grande y a Colegio del Sur. En ese mismo año Ignacio pudo debutar en la primera de Club de Amigos en la Liga Ushuaiense y en el provincial en 2016 y 2017.

  Su buen nivel en Club de Amigos hizo que la selección de Tierra del Fuego se fije en él para que participe con el seleccionado en los juegos EPADE y en los juegos de la Araucanía. A partir de estos desempeños Ignacio decidió ir a probarse en el Club Estudiantes de Bahía Blanca en el 2018.

Pregunta: ¿Cómo fue el traspaso a Estudiantes de Bahía Blanca?

Respuesta: El cambio vino a partir de la motivación personal que tenía por ir al interior a probarme en otros equipos, y por el incentivo de mis entrenadores. Personalmente siempre quise conocer otro nivel de juego, con más competencia entre otros clubes, por eso fui a Estudiantes de Bahía Blanca. Una vez que me vieron entrenar con la categoría 19, los entrenadores de este club me invitaron a participar de la pretemporada de febrero, con la condición de saber si me adaptaba a las exigencias del equipo o no.

    El ushuaiense se sorprendió por el recibimiento cálido de sus nuevos compañeros de equipo. Ignacio asegura que no tuvo ningún inconveniente desde su llegada a la Provincia de Buenos Aires y que se pudo adaptar rápidamente al sistema de juego de su director técnico, jugando de 4 como ala pivot.

Pregunta: ¿Fue difícil adaptarse a Bahía Blanca?

Respuesta:”No fue tan complicado como esperaba. El apoyo de mis padres, amigos, entrenadores y directivos del club me ayudaron mucho. Nunca me imaginé que un día empezaría a cocinar, a ser más responsable en mi vida porque debía concentrarme ya que estaba en una ciudad que no conocía, en donde todo iba a ser nuevo tanto como compañeros, camiseta del club, colegio y demás. Me gusta, y me ayudó mucho aprender a “manejarme” solo. Aunque, extraño a mi familia y amigos, pero sé que con su apoyo puedo salir adelante siempre”.

   Ignacio Gómez aprendió con solo 17 años lo que es crecer y desarrollarse en el básquet, pero él cree que todavía tiene seguir aprendiendo mucho para poder llegar a su meta, ser uno de los mejores jugadores de baloncesto.

Pregunta: ¿Cuál es tu meta como jugador?

Respuesta: “Mi objetivo en este deporte y trayectoria es aprender detalles en lo que respecta al juego. Aprender, no solamente a usar en la cancha el físico, sino también la mente y el corazón. Mi objetivo personal es lograr ser el mejor jugador de básquet que pueda ser, con todas las enseñanzas y esfuerzos que aprendo y recibo día a día”.

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