Técnico superior en Comunicación Social. Fanático del Periodismo Deportivo. Me gustan los deportes y la actualidad informativa.

[Fotografías gentileza de Juan Manuel Santana]

En cualquier disciplina deportiva los atletas muy pocas veces tienen las oportunidades económicas, técnicas y físicas como para destacarse y crecer rápidamente en aquello que practican. A veces los grandes deportistas consiguen títulos y medallas con mucho esfuerzo y sacrificio en soledad. Las experiencias que estos vivieron hacen que sientan la necesidad de compartir y enseñar a las nuevas generaciones todo lo que aprendieron en su largo camino a la gloria, para que no pasen las mismas dificultades.

Este es el caso del fueguino Gerardo González, campeón mundial semi profesional de Kick Boxing, campeón argentino de K1 versión WKF y campeón regional KBOX; quien un día dejó los botines de fútbol para hacer Kick Boxing. Actualmente, es el profesor y creador de la escuela de Kick Boxing “Huérfanos Fight Team”, en la que día a día se suman nuevos chicas y chicos para practicar este deporte.

Pregunta: ¿por qué elegiste hacer Kick Boxing?

Respuesta: “Toda mi vida jugué al fútbol pero cuando me fui a estudiar a Corrientes hace nueve años me invitaron a practicar kick boxing como complemento físico para jugar a la pelota. Probé y la verdad que me gustó mucho aunque siempre con la idea de que me sirviera para jugar al fútbol”.

Pregunta: ¿Cómo fueron tus comienzos en este deporte?

Respuesta: “Mis comienzos fueron cuando yo tenía 19 años, en ese tiempo hice tres peleas en Corrientes antes de venirme a vivir nuevamente en Ushuaia. En esos cuatro años y medio no me estuve entrenando de manera constante como ahora lo hago. Tuve la oportunidad de viajar a un sudamericano para representar a la Argentina, pero por temas económicos no pude ir».

Pregunta: ¿Alguna vez participaste en algún torneo provincial, nacional o internacional?

Respuesta: “Sí, en provinciales logré salir campeón regional en el 2014 en Kick Boxing profesional. Después salí campeón mundial semi profesional en el Luna Park al ganarle el título a un brasilero. Luego internacionalmente viajé a España a pelear en un evento de la mano del profesor Lucio Rodríguez, que fue con una delegación argentina. Allí gané por primera vez en el continente europeo por Knock out”.

Pregunta: ¿Cómo fue la experiencia de pelear por primera vez en el exterior?

Respuesta:”Estoy orgulloso de haber representado a la Argentina y de ser el primer fueguino en pelear en este deporte en el exterior. Además, acá me recibió muy bien mi familia, amigos y alumnos».

Pregunta: ¿Desde cuándo enseñás en el colegio de Kick Boxing y K1 “Huérfanos Fight Team”?

Respuesta:”Hace cuatro o cinco años atrás yo entrenaba en otra escuela pero, por motivos que desconozco, un día me cerraron las puertas. Además me sacaron todos los cinturones y alumnos que tenía, por eso tuvo que empezar de cero otra vez. Así que volví a comenzar con algunos estudiantes que me siguieron y formé la escuela con ese nombre, Huérfanos. En la escuela enseño todos los días, a la mañana y a la noche tanto a competidores como cuestiones creativas a ambos sexos».

Pregunta: ¿Qué cosas te dio el Kick Boxing?

Respuesta: ”Una de las cosas que me dio fue el respeto y la paciencia. No me formó como persona porque yo tuve educación, pero si me corrigió un poco».

Pregunta: ¿Por qué invitarías a alguien a realizar este deporte?

Respuesta: “Invitaría a la gente para que venga a sacarse ese tabú que tiene sobre este deporte de que es considerado como agresivo. Más allá que es una actividad de contacto, acá se enseñan la disciplina, respeto, solidaridad, compañerismo. Es un deporte muy intenso que requiere mucho del trabajo mental y de auto superación. Esta actividad nos puede ayudar en muchas cuestiones de la vida».

Gerardo González emprendió hace nueve años atrás un camino hacia la gloria cuando fue a estudiar a Corrientes. Él nunca pensó que aquel deporte, que en un principio era complementario para mejorar su estado físico en fútbol, terminaría siendo su pasión y vocación en la vida.

No fue para nada fácil su trayecto a los títulos provinciales, nacionales e internacionales. Gerardo dedicó muchas horas de su vida a este deporte y la mayor parte en soledad; pero el esfuerzo y sacrificio dieron fruto a su tiempo. Ahora se dedica a enseñar el camino de la perseverancia y la constancia que deben seguir los alumnos que sienten la misma pasión que él por el Kick Boxing.

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