Profesional de enseñanza primaria. Docente en contextos de encierro. Representante docente JCyD. Directora jubilada.

Leer implica poner en juego varios procesos cognitivos, abstraerse para imaginar paisajes, situaciones, personajes. Podemos hacerlo con diferentes propósitos: adquirir conocimiento o por el propio placer de leer y así nos recreamos.

¿Cuándo leer?

Esta pregunta podríamos relacionarla a los tiempos álgidos de la vida cotidiana. Por lo general realizamos esta práctica en medios de transporte o al final de la jornada, a veces como recurso para conciliar el sueño. Sin embargo, no siempre fue así. En la Europa del siglo XVIII era considerado peligroso “para el alma y el cuerpo” realizar dicha actividad. Era riesgosa, sí, por el uso de las velas que sumadas al papel y los fastuosos cortinados    provocaban grandes incendios nocturnos. No obstante, el acto de leer era un privilegio para pocos en aquella época.

¿Qué leer?

Ello está emparentado con nuestros gustos y preferencias, nuestra disponibilidad del tiempo entre la multiplicidad de actividades diarias. Empero para leer sólo hace falta decisión, sin embargo, el comienzo no debe ser necesariamente tedioso o monótono.

Comenzar con una pequeña rutina de lectura de solo unos minutos hará que se sostenga y prolongue en el tiempo, siempre y cuando el material leído sea lo deseado y esperado. Tampoco estaría mal postergar o posponer alguna lectura para luego retomarla o sencillamente decidir abandonarla porque no es de nuestro gusto.

Pequeños bocadillos

Los cuentos cortos son en si mismos un género literario y mantienen la estructura completa de los cuentos. Su argumento es sencillo y los personajes reducidos. Los escritores latinoamericanos han hecho una verdadera especialidad de este género.

Augusto Monterroso Bonilla, más conocido popularmente como Tito Monterroso (1921-2004), escritor hondureño y guatemalteco por adopción escribió el cuento más corto del mundo: “Y cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí”.

Este cuento corto se complejiza si imaginamos las infinitas posibilidades por las cuales una persona despierta y coincidentemente se encuentra con la presencia de un dinosaurio. Situación aparentemente inconsistente en el mundo real tal y como lo conocemos.

Este es sólo un ejemplo de los tantos cuentos cortos que existen (con colocar cuentos cortos en tu buscador aparecen infinitas posibilidades de lectura, además si te sigue atrapando el formato papel, las librerías te proporcionarán incontables opciones).

Zambúllete en ellos y procura disfrutarlo, es una sensación fugaz pero intensa.

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